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Nace el Tecnosexual

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    Nace el Tecnosexual

    Beckham era el símbolo de la penúltima tendencia, el hombre metrosexual. Otro futbolista, Ljungberg, abandera una forma de ser más viril, que gusta de cuidar sus músculos y de estar a la última en tecnología.

    Hasta hace muy poco, lo moderno, lo verdaderamente «in», era ser «metrosexual»: un varón algo femenino, consciente de su físico, que no duda en depilarse las cejas, limpiarse el cutis en un salón de belleza, darse masajes, inyectarse silicona en los labios para mejorar su forma y usar pendientes. Es decir, el clásico guapito muy «a lo Beckham». Hoy, a la feroz velocidad que marca nuestro tiempo, ese estilo ha pasado de moda. El hombre del momento, ese que verdaderamente causa estragos, es el «tecnosexual» o el «tecnomacho».

    Con un físico diez, trufado con irresistible «sex-appeal», este personaje tiene mucho que ver con el sexo y las máquinas. El nuevo concepto, que como otras tantas modernidades nació en Estados Unidos, lanzado por Ricky Montalvo, el famoso gurú de tendencias, acaba de invadir el Reino Unido y los Países Escandinavos.

    Deportista y narciso

    El tecnosexual es el clásico deportista urbano capaz de cantarle las cuarenta al lucero del alba. Además de que le gusta mandar, hace siempre lo que quiere, pero dentro de un orden. Sin sufrir problemas de supraidentificación, como es el caso del «metrosexual», es un puro objeto de deseo con ojos fulminantes. Un machote bien vestido y de buen ver, que no está enamorado sólo de sí mismo, sino también de su estilo de vida sofisticada y de su protagonismo social. Es casi imposible descubrir fisuras en tanta perfección.

    Deportista excelente, tiene en común con todos los de su quinta una dependencia obsesiva por sus músculos, por el gimnasio, por su alimentación y por la tecnología. De cuerpo musculoso, es marcadamente viril, con carácter algo salvaje, aspecto de robot, movimientos mecánicos, ojos fríos y hombros caídos, como si soportara el peso del universo. Su interés por todos los tipos de máquinas es morboso y lo que de verdad «le pone» son jóvenes con «cuerpo diez», que comparten su pasión y su culto al cuerpo.

    Este término, por ahora, es menos conocido que el de metrosexual ya que es relativamente nuevo. Al "tecnomacho" se le ve por todos lados con su móvil de última generación, y hasta su laptop.

    Contrario a los "metrosexuales", estos son reacios a la hora de utilizar cremas, maquillaje, tintes y demás productos de belleza, pero siempre mantienen ese "sex-appeal" que hace especiales a los primeros. Van al gimnasio para trabajar su figura, mantienen un cuerpo musculoso.

    Un vivo ejemplo de lo que se denomina "tecnomacho" es el sueco Fredrik Ljungberg, jugador de fútbol del Arsenal (equipo de la Liga inglesa), quien es sumamente admirado en esa área del mundo y es el clásico deportista urbano. Características que lo convierten en un prototipo de "tecnomacho": no se despega de su móvil, el cual es de tercera generación y uno de sus hobbies es enviarse mensajes de texto con sus amistades, jamás se le ve sin su Cdplayer. Para ver televisión disfruta de una pantalla gigante, sus compañeras eternas son su bicicleta de entrenamiento, su máquina de remar y su computadora personal.
Trabajando...
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