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Chea Rodríguez: “Quienes destruyen a las familias son los/as propagandistas del odio"

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  • Chea Rodríguez: “Quienes destruyen a las familias son los/as propagandistas del odio"

    Ni quince días de 2014 han transcurrido y ya gais, lesbianas y transgéneros venezolanos anunciaron un proyecto de ley matrimonial que apoyan al menos 40 grupos activistas. A la par se involucran en luchas antidiscriminatorias de Ecuador y Uganda. Una activista “transgena” y socialista bolivariana, artista en la música y la danza, teórica en el ámbito de la sexualidad discriminada, docente en las áreas de la comunicación y la economía sociales y el derecho, y miembro de la Coordinación Nacional del Programa de Formación en Estudios Jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Misión Sucre, nos pone en contexto “sexodisidente” como quien comprime pólvora en cartuchos de dinamita.

    Texto: Néstor Hugo Anselmi y Ximena Yajaira Dugarte

    ¿Qué es una transgena?

    -Una mujer que se autopercibe psíquicamente y proyecta socialmente como tal. Su género es femenino y por ello está disconforme con la identificación masculina que a partir de sus cromosomas XY, su testosterona predominante en lo hormonal y su pene y testículos, le impone el modelo heterosexista-socio-cultural. Aunque estadísticamente buena parte de los hombres presenten dichas características biológicas esto no significa que éstas sean obligatoriamente masculinas, verbigracia nosotras las transgenas. Sostener que existen sexos machos que a su vez derivan en géneros y roles estereotipadamente machos disfrazándolos de biologismo imparcial, no considera que en lo humano el género es sicosocial y domestica al sexo. Algunos se refieren a nosotras como mujeres transgénero.

    ¿O sea, que pronto te harás la vagina quirúrgica?

    -No haré eso. Se dice de nosotras que somos disfóricas porque experimentamos un profundo malestar al sentir que nuestro sexo no se corresponde con nuestro género. Esto es falso. La mayoría estamos a gusto con nuestra anatomía. Sólo una minoría de nosotras se transexualiza mediante cirugía. En Argentina y Uruguay, cuyas leyes de identidad de género son las más avanzadas del planeta, ni siquiera estamos obligadas a tomar hormonas. Somos mujeres sico-socialmente, eso es lo que cuenta. Es bastante superficial creer que los hombres y los mujeres son tales sólo por lo que cargan entre las piernas. Imagínense un hombre castrado en un accidente. Según esa mentalidad él ya no será hombre. Y una mujer con vagina pequeña, caso relativamente frecuente, será media-mujer bajo ese parámetro.

    ¿Tu pareja es un hombre o una mujer?

    -Hay algunas como yo que salen con mujeres, es decir, son lesbianas. A mí me gustan los hombres, soy heterosexa.

    ¿Qué haces tú, una transgena que afirma que no se plantea una boda, involucrada en el proyecto de Ley de Matrimonio Civil Igualitario para gais y lesbianas que será presentado el 31 de enero próximo por unos 40 grupos sexodiversos ante el Poder Legislativo venezolano?

    -Aclaro que no estoy involucrada en la redacción de este proyecto. Las dos ONGs que lo coautorean, que son Asociación Civil Venezuela Igualitaria y Fundación Amanecer Humano, tomaron algunos planteamientos teóricos míos, pero esto no significa que hayan seguido mis posturas a pie juntillas y que yo tenga decisión en el texto final. El matrimonio, las uniones de hecho y los concubinatos igualitarios son causas que apoyo porque representan una prueba de fuego en la igualdad ciudadana de quienes somos marginados y marginadas por nuestra sexualidad discordante. Sobre el tema publiqué [https://docs.google.com/file/d/0B6zz...ndE1KMG8/edit] un ensayo analítico que explica porque las izquierdas progresistas deben considerarlo y de qué forma nos beneficia a transgenas y transgenos heterosexos y nuestras parejas, y no sólo a gais y lesbianas. No puedo emparejarme legalmente en Venezuela hoy. El hombre que se me uniera y yo tendríamos el mismo sexo, aunque distinto género, y entre ambos no generaríamos descendencia común, así que quedamos descartados.

    ¿La Asamblea Nacional está preparada para esto?

    -Depende del trabajo de los y las activistas. Me reuní con Giovanni Piermattei, Jesús González, José Manuel Simons y Víctor Briceño, de Venezuela Igualitaria, y les comenté que considero necesario que se alíen con al menos un diputado o una diputada para que la introducción del documento y su posicionamiento provenga de adentro de la AN y esto ayude a romper resistencias. Eso requiere previamente que se facilite a esos diputados y diputadas información crítica formativa mediante talleres. Persuasión y preparación a la vez para que buena parte de los y las parlamentarios no se escuden en la decisión número 190 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de 2008, su interpretación literal del Artículo 77 constitucional que habla de parejas entre un hombre y una mujer, y su abuso de poder negándonos cualquier derecho a familiarnos con la excepción de la magistrada Carmen Zuleta de Merchán, quien salvó el voto en aquel entonces.

    Pero el Artículo 77 reza que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
    -Las máximas autoridades judiciales colombianas y brasileñas favorecen el matrimonio igualitario y sus constituciones son similares a la nuestra. El punto es que la igualdad, la no discriminación, el libre desarrollo de la personalidad y la justicia están por encima de los prejuicios sexuales judeo-cristianos y de literalidades y formalismos. La constitución se interpreta interdependientemente y no magnificando un artículo que contradice al resto. Otra cosa que recomendé a los muchachos fue presentar casos judicialmente para, mediante sentencias y apelaciones, llegar otra vez al Tribunal Supremo de Justicia. Seis años en asuntos de derechos humanos es una eternidad. Quizás la nueva directiva de la Sala Constitucional dé una respuesta distinta. Antes por ejemplo no existían las decisiones de Colombia y Brasil. Otro aspecto en el que yo misma trabajo como socialista bolivariana y que además es condición estratégica, radica en que los Poderes Públicos venezolanos sepan que nosotros y nosotras luchamos por derechos legítimos, y no compartimos el proceder de un grupúsculo que se arroga nuestra vocería en medios de comunicación proclives al golpismo, siempre calzando conflictos con la idea de que las autoridades no aprueben ningún avance y acusarlas, deslegitimarlas y desconocerlas. Quien quiera golpes de Estado quítese el disfraz de activista y haga otra revolución si es que tiene con qué. Las autoridades electas por el pueblo merecen respeto. Y que no se entienda que pretendo que un o una activista debe hacerse socialista a juro. Una cosa es ser opositor, otra ser golpista.

    En estos días te vemos muy activa. Recibiendo descalificaciones de tu trabajo vía tweeter por el presidente Rafael Correa o en solicitudes de asilo a ugandeses.
    -Este no es un problema personal con Ecuador o su presidente, que también fue electo legítimamente por ese pueblo soberano, o con Uganda y su parlamento, sino con toda aquella gente que desde el poder sigue ideologías religiosas prejuiciadas en el patriarcado, la ignorancia y la prepotencia, creyéndose mejor y privilegiada moralmente para acabar con lo que ni comprende ni le interesa comprender, de espaldas a la ciencia libre y los conocimientos que de ella derivan, lanzando a sus seguidores y seguidoras a destruirnos. Decía Albert Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, y eso pasa porque los átomos no están divididos en privilegiados sociales y sectores débiles y vulnerados. Vivimos hoy una arremetida antirrevolucionaria y negadora de DDHH de las cúpulas de iglesias cristianas evangélicas extremistas, católicas romana y ortodoxa, e islamistas fanáticas las cuales infiltran institucionalmente funcionarios y funcionarias adversos al Estado laico, sembrando prejuicios contra los y las sexodisidentes, patologizándonos, equiparándonos con la pedofilia, prohibiendo que nos expresemos y por ende seamos quienes somos, acusándonos de generar y fomentar el Virus de Inmunodeficiencia Humana además.

    Las declaraciones de Correa fueron realmente una sorpresa. Esperaríamos esto de líderes religiosos pero no de un presidente latinoamericano de izquierda. ¿El marxismo resultó ser una amenaza anti derechos humanos?

    -El marxismo propiamente no. El marxismo filtrado por fanáticos religiosos sí. Fidel Castro en agosto 2010 aseguró que fue un error y una gran injusticia el envío a campos de trabajo militar-agrícola de personas por motivos sexuales en Cuba, acusadas de contrarrevolucionarias. Explicó que sabotajes y ataques sistemáticos a su gobierno no le permitieron ocuparse del asunto en un país que estaba prejuiciado como el resto del mundo.

    Pero Correa es un hombre de izquierda.

    -A mí lo que me queda claro es que no todas las izquierdas son progresistas. Karl Marx decía que no habrá verdadera justicia social, es decir, verdaderos derechos, mientras existamos dominados. Algunos quieren ser neomarxistas vacilándose la justicia social, impidiendo que la libertad alcance su sentido en todos sus beneficiarios y beneficiarias. La homogenización heterosexista-socio-cultural devino en una macroideología presente a su vez en los modelos socialistas-comunistas, capitalistas o mixtos que, en principio, no les permite diferenciarse entre sí. Digo en principio porque no es el caso de Fidel Castro y hoy en Cuba hay una flexibilización. También se ve en las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género de Uruguay y el pensamiento avanzado del ilustre presidente Pepe Mujica y el proceso que lidera. Igualmente Hugo Chávez insistía en buscar la verdadera independencia rompiendo con la dictadura del proletariado o cualquiera otra dictadura como por ejemplo la heterosexista-socio-cultural, entendiendo tras 150 años de experimentos socialistas que el camino de la izquierda no es ni puede ser uno sólo. Ahí está el Plan Patria de su puño y letra, hoy ley, y la forma en que nos incluye como grupos vulnerables y nuevas formas de organización contrahegemónicas del capitalismo. Las revoluciones socialistas progresistas deben ser sexoequitativas. No existe socialismo sin cambio en los prejuicios burgueses sobre sexualidades humanas. Pero ojo, Rafael Correa no es el eje de los prejuicios. De asumirlo así incurriríamos en una ligereza imperdonable.

    ¿A qué te refieres?

    -Tenemos que mirar a otros países como Brasil, Rusia, Uganda; hacia el Medio Oriente, y pillar los poderosos intereses de explotación económica y dominación política de las iglesias transnacionalizadas que están por detrás

    Okey. Explícanos qué pasa si colocamos la lupa en Brasil.
    -La presidenta Dilma Rouseff, tras un pacto de gobernabilidad con grupos evangélicos extremistas que son la segunda fuerza política del parlamento, y están ligados a lo que en Venezuela se conoce como Iglesia Universal del Reino de Dios o Pare de Sufrir, canceló el apoyo a kits informativos escolares para combatir la discriminación negativa sobre la sexodisidencia calificándolos como propaganda. El diputado y pastor evangélico, Marco Feliciano, quien preside la Comisión de Derechos Humanos y Minorías del Poder Legislativo, generó dos embestidas en 2013: un proyecto de ley para declararnos como enfermos y enfermas curables mediante tratamientos psicológicos y psiquiátricos, y otro proyecto de ley para que el Poder Legislativo vetara las decisiones del máximo tribunal sobre el matrimonio y las uniones estables de hecho igualitarias. Afortunadamente resultaron descartadas ambas iniciativas, pero sigue la campaña perversa. Copiando el caso de Camerún, hablan de una supuesta homocracia, y su prensa nos describe como un lobby ansioso de poder, corrupto, que busca control mundial. Manipulan para destruirnos.


    Fuente: Chea Rodríguez: “Quienes destruyen a las familias son los y las propagandistas del odio”
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