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"Mi corazón es de piloto militar, pero lo dejé por ser lesbiana"

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    La castellonense Patricia Campos plasma en un libro su experiencia como primera mujer a los mandos de un reactor, oficio que ha cambiado por el fútbol

    irene escudero | madrid/efe La castellonense Patricia Campos «se atrevió a soñar a lo grande» y hace once años se convirtió en la primera y única mujer piloto de reactor en la Armada. Ahora confía que su experiencia, contada en un libro, sirva para que «otras lesbianas o mujeres que entren al Ejército tengan las cosas más fáciles».

    Ser piloto militar y el fútbol eran sus sueños, pero nunca pretendió «ser la primera o la pionera», como explica en una entrevista. Dice que sólo buscaba «estimular la mente de las personas para que vean que las mujeres y los homosexuales somos seres humanos, y que también somos profesionales». «Mi corazón siempre será de piloto militar, pero lo he dejado por ser lesbiana», asegura Campos, quien no ve compatible su vida militar con su condición sexual.

    Así queda demostrado en Tierra, mar y aire (Ed. Roca), un libro que lleva impregnada en cada línea la fuerza y la valentía con la que ha abordado todas las etapas de su vida: desde su infancia en un pueblo de Castelló a su experiencia como entrenadora de fútbol en EEUU y voluntaria de una ONG en Uganda, pasando por su carrera universitaria y sus ocho años en la Armada española. Aunque está escrito a modo de autobiografía, el libro, dice, «se lo debía a las mujeres y hombres que han dado la vida por los derechos humanos», a las mujeres que murieron defendiendo el sufragio femenino. Es su agradecimiento y homenaje personal. Pero es también una reflexión sobre el machismo aún existente en la sociedad y, sobre todo, en las fuerzas armadas, y una forma de reivindicar una vez más y en pleno siglo XXI «que la homosexualidad no es una enfermedad».

    Contras las etiquetas
    A Patricia no le gustan las etiquetas y no entiende por qué los gais tienen que definirse como tal, pero en su caso fue «una decisión muy personal y muy pensada» que tomó porque creía que así ayudaba a otras chicas en su situación. Ella no llegó a confesar públicamente en el ejército que era lesbiana „hasta que «se liberó» en su libro„, y aun así tuvo que soportar los comentarios de sus compañeros, sus actitudes y sus críticas y que fuese observada mucho más que ellos sólo por ser mujer.

    Fuente:http://www.levante-emv.com/comunitat...a/1446802.html
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