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Así son los exámenes anales para averiguar si eres gay y enviarte a la cárcel

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  • Así son los exámenes anales para averiguar si eres gay y enviarte a la cárcel

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    En algunos países la policía puede someterte a un examen anal y si has dilatado acusarte de cometer un "delito de homosexualidad"

    Por Abel Cobos

    Conoces a un tío por internet. Te dice que es homosexual, como tú. Os gustáis y decidís quedar. Una vez llegas al punto de encuentro, te topas con que en realidad estabas hablando con dos hombres. Intentas huir, pero te superan en fuerza y te violan. Con un ataque de ansiedad después del ataque, buscas protección y vas a denunciarlo. Pero allí te encuentras con todo lo contrario. Eres un hombre y tu agresor también, así que te acusan de haber mantenido relaciones con alguien de tu mismo sexo y, por lo tanto, haber cometido un crimen estipulado en el Código Penal: ser homosexual.

    Es lo que le sucedió en enero de 2019 a Anas, un joven de Túnez de 22 años. Pero su pesadilla no acabó ahí. Los policías lo llevaron a visitar un doctor para que le hiciese una ronda de reconocimiento. Le quitaron la ropa y lo pusieron contra una superficie con la espalda y las piernas formando un ángulo recto, para que su ano quedara al descubierto. Le practicaron un test anal, una prueba presente en diversos países de África y Oriente Medio que consiste en introducir los dedos por el ano para medir su dilatación y buscar restos de semen o sangre para comprobar si has tenido relaciones sexuales con otro hombre. A Anas le salió el test negativo y aun así fue condenado a ocho meses de cárcel: seis por "crimen de homosexualidad" y dos por "simular una violación", porque el juicio concluyó que, al haber denunciado una violación, Anas había habido relaciones, aunque consideró que habían sido consensuadas

    Twit de Rubén López:

    "Para saber si alguien es gay se le practica el "test anal" consistente en medir el diámetro del ano (para ver si se han introducido penes) así como comprobar si hay restos de sangre o semen en el conducto. En caso afirmativo: diagnóstico de homosexualidad y consiguiente delito"

    El test anal: si tienes el culo dilatado eres condenado

    No es el único caso. Mohamed, un joven de 25 años también de Túnez, fue violado cuando un hombre asaltó su casa en marzo de 2018. Al igual que Anas, acudió a la policía para que lo ayudasen, pero acabó siendo él procesado por relaciones homosexuales. No solo sucede en Túnez. Camerún, Egipto, Kenia, Líbano, Turkmenistán, Uganda, Madagascar o Zambia son algunos de los países en los que Human Rights Watch denuncia que se han dado detenciones por ser homosexual a través del método del test anal. Es decir, una práctica que poco tiene que ver con una religión, ya que la lista está compuesta por países muy variados que no siguen un mismo patrón, dándose esta práctica tanto en sociedades de mayoría cristiana como islámica.

    “¿Cómo te sentirías si la policía entrase a tu casa sin una orden, fuese a tu habitación y buscase entre tu ropa? ¿Cómo te sentirías si la policía confiscase tu móvil mirase tus chats, fotos y vídeos? ¿Cómo te sentirías si la policía te enviase a un doctor que te desnuda y te examina tus partes íntimas mientras policías y el equipo médico miran? Este abuso ha sucedido a personas que acusaron de ser gais” explica la activista Amna Guellali en un vídeo de Humans Right Watch sobre el test anal. Así pues, esta práctica es una herramienta de represión, estigmatización y persecución. La homofobia sigue muy presente entre las autoridades de estos países, pero la homosexualidad solo es condenable si los jueces pueden demostrar que ha habido penetración anal. Es decir, tú puedes ser gay, pero si no consumas la relación sexual, no hay pruebas del delito.



    El examen anal, además, no está científicamente probado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es más, para este organismo de la ONU, no es un método forense para medir nada, "solo es un tratamiento cruel, inhumano y degradante que está al nivel de la tortura", afirma el Comité contra la tortura. Es decir: el test anal no sirve para averiguar si alguien es gay. Simplemente es una forma de castigar a hombres que no entren los cánones de masculinidad y de reprimir la diversidad sexual en estos países. De hecho, Humans Right Watch denuncia que esta práctica se instauró porque, como no podían encausar a todos los hombres que 'parecieran' gais, haciendo estos exámenes de desmentido rigor científico tenían un método con el que perseguirlos y así excusar las detenciones homófobas en la ciencia y no en sus propios prejuicios.

    Todo apunta a que es lo que pasó en el caso de Anas, por ejemplo. En 2017, más de 70 hombres fueron encarcelados en Túnez por ser homosexuales después de haber sido sometidos a este test anal, según la organización LGTBI Shams y Human Rights Watch.

    El test anal nació en Europa

    Aunque muchos europeos puedan llevarse las manos a la cabeza por esta práctica, el test tiene sus orígenes precisamente en Europa. Las leyes sobre las que se respalda fueron escritas por franceses. "Como el sexo anal consentido es un crimen sin víctimas, las autoridades no tenían evidencias para condenar a las personas que la policía detenía por 'parecer gais'. Así que su solución fue recuperar un método usado en el siglo XIX en Francia que determinaba si alguien había tenido sexo anal basándose en la forma del ano o el tacto del esfínter", explica Humans Right Watch.

    La creencia de que funciona es, obviamente, anacrónica. Nació hace dos siglos y con el tiempo ha quedado totalmente desacreditada. Es por eso que colectivos de doctores y juristas están luchando activamente para prohibirla en todo el mundo. Por ejemplo, en Túnez, el parlamento se comprometió a eliminarla. Sin embargo, las ONG denuncian que el gobierno no está haciendo esfuerzos efectivos para prohibirla definitivamente. Aun así, sigue activa la lucha para reformar el código penal, que todavía reconoce las prácticas sexuales entre el mismo sexo como un crimen a través del infame Artículo 230, similar al que suprimió India en 2018. Otro caso es el de Kenia, donde el colegio de médicos llevó en 2017 el examen anal a los tribunales y, finalmente, en 2018 fue prohibido en el Tribunal Supremo, a desgana del Gobierno que seguía apoyando su uso. Los derechos LGTBI van avanzando de forma imparable, aunque muchos gobiernos se resistan.

    Fuente: https://www.codigonuevo.com/sociedad...wxCHV6DwcnoGm0
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