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Una manifestación de transexuales rechaza se les considere enfermos mentales

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  • Una manifestación de transexuales rechaza se les considere enfermos mentales

    Una manifestación de transexuales rechaza se les considere enfermos mentales

    Un grupo de transexuales se manifestaron hoy para rechazar la consideración de enfermos mentales y exigir la eliminación del requisito de presentar un certificado de 'disforia' de género para acceder a un cambio de identidad.


    Convocados por el colectivo Acera de enfrente, los manifestantes iniciaron su protesta en la plaza de Benavente de Madrid, desde donde tenían previsto completar su recorrido hasta la plaza de Lavapiés.

    Tras una pancarta en la que podía leerse 'Ni hombre ni mujer, los binarismos nos enferman', los manifestantes han denunciado la situación 'injusta' a la que les somete la Ley de Identidad de Género, ya que exige como requisito indispensable para acceder al cambio de sexo en el DNI la expedición de un certificado de disforia (perturbación) de género, explicó a Efe una portavoz del colectivo.

    Esto supone entender la transexualidad como una enfermedad mental y mantener a las personas de esta condición sexual 'bajo la tutela psiquiátrica', señaló la portavoz de Acera de enfrente.

    Los organizadores de la protesta consideran 'discriminatorio' también el requisito contemplado en la Ley de Identidad de Género de contar con al menos dos años de tratamiento hormonal para acceder al cambio de DNI, así como que la aplicación de la norma se restrinja a personas con nacionalidad española.

    Asimismo piden el cese de las intervenciones quirúrgicas a los niños que nacen con genitales ambiguos, ya que, a su juicio, estas operaciones responden a la creencia de que 'sólo hay un modelo de mujer y un modelo de hombre', aseguró su portavoz.

    Según los convocantes de la protesta, se han llevado a cabo acciones similares en Bruselas, París, Lisboa, Coruña, Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Zaragoza.-

    Terra Actualidad - EFE

  • #2
    Los transexuales exigen tener una mejor asistencia sanitaria

    Los transexuales exigen tener una mejor asistencia sanitaria

    Las asociaciones reclaman una atención integral en todas las comunidades


    Jorge y Sulma, de una organización de transexuales de Guatemala, tras un acto organizado por Acera del Frente en Madrid. - REYES SEDANO

    MARTA HUALDE - Madrid - 11/10/2008 22:42

    No son enfermos, pero quieren atención sanitaria. Los transexuales están molestos porque las sociedades científicas catalogan la transexualidad como un trastorno en los manuales de enfermedades, pero no se les presta una asistencia sanitaria integral en todas las comunidades autónomas.
    Ésa es su prioridad. Las asociaciones denuncian que la la atención que se les da es desigual en los territorios. Ésta fue ayer una de sus principales reivindicaciones durante la celebración del Día Internacional de la Despatologización de la Transexualidad.

    El grupo Acera del Frente exige que la sanidad pública dé cobertura a los transexuales sin necesidad de acreditar su disforia de género con un certificado psicológico. Esta demanda va calando en la sociedad hasta el punto de que un partido católico, el PNV, defendió en septiembre pasado una iniciativa en el Congreso de los Diputados para eliminar la exigencia de dos años de hormonación para poder cambiar el sexo en el DNI. Al final, el Parlamento aprobó una versión descafeinada en la que solo se pide al Gobierno que analice la conveniencia de suprimir el requisito.
    20 especialidades

    Para el coordinador del Área de Transexualidad de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Martín Berenguer, la sanidad pública ha de dar atención en las más de 20 especialidades que puede necesitar un transexual.
    Más allá de la cirugía genital, los afectados exigen que, independientemente de dónde vivan, puedan ir a consultas endocrinológicas, dermatológicas o psicológicas en los centros de salud de su entorno.
    El fin es que no tengan que desplazarse a otras o, incluso, irse a vivir fuera. "Queremos el compromiso de las administraciones públicas de que en todas las comunidades autónomas se opere y se den los tratamientos adecuados", añade Miguel Ángel González, presidente del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) .
    Las asociaciones aseguran que la atención sigue siendo desigual por territorios y que la creación de centros de referencia nacional para la cirugía no es una realidad. El Ministerio de Sanidad y las comunidades pactaron que los transexuales de unas comunidades autónomas puedan operarse en otras. "Pero esto hoy está parado", denuncia Berenguer.
    Para poder atenderles, los médicos defienden la necesidad de catalogar la transexualidad de alguna forma. "Si no, no se puede tratar en la sanidad pública", señala el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, José Giner. El secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez, añade que al clasificarla se pueden intercambiar opiniones y experiencias, fijar los protocolos de actuación o determinar la medicación.
    "El trastorno de identidad de género se incluye en el contexto de las enfermedades mentales", se queja Sandra Fernández, miembro del grupo Acera del Frente. A su juicio, es una concepción "patologizadora" de la transexualidad. El Manual de Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría y el Catálogo de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud contempla el trastorno de la identidad sexual.
    Identidad sexual

    "Nos gustaría que todas las identidades de género estuvieran fuera de cualquier identificación patológica, enfermedad o problema fuera de lo normal", añade Martín Berenguer. Una opinión similar expresa Miguel González desde Cogam: "No es ningún tipo de enfermedad". ¿De qué se trata? Simplemente, de un "estado" en el que una persona se siente mujer u hombre dentro de un cuerpo que no corresponde a ese sentimiento, según el presidente de Cogam. "Puede verse como un error en el desarrollo del gen femenino o masculino", agrega.
    Los médicos les apoyan. Giner niega que se trate de una patología, porque los afectados no tiene por qué medicarse, si el paciente no lo pide, ni se hacen campañas públicas de prevención. Este psiquiatra describe la transexualidad como el desarrollo "no normal" de la identidad sexual, en el sentido de que se sale de la estadística mayoritaria, con una prevalencia de uno por mil habitantes.
    En todo caso, señala que se incluye en los manuales como trastorno, al igual que se hace con el fetichismo, "que se acepta pero no es habitual". El presidente de la OMC, que exige no estigmatizar al colectivo, reconoce que es "muy desafortunado" incluir la transexualidad como trastorno en los manuales de enfermedades. A su juicio, cabe cambiar esa denominación cuando se revisen estos textos y dejarlo simplemente como un "problema o necesidad de salud y atención".

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    • #3
      dia internacional contra la despsiquiatrización trans!



      imagenes de Barcelona en la television Local BTV
      http://www.barcelonatv.cat/alacarta/player.php?idProgVSD=2713&cercaProgrames=30&fInici =11/10/2008&fFin=11/10/2008


      Comentario


      • #4

        MANIFIESTO

        Por segunda vez, activistas trans e intersex de esta ciudad hemos decidido salir a la calle para visibilizar las violencias que vive nuestro colectivo, la precariedad y la vulnerabilidad en las que vivimos, pero sobre todo para denunciar públicamente una vez más la psiquiatrización de las identidades trans y las graves consecuencias del llamado “trastorno de identidad sexual o de género” (TIG).


        Esta manifestación se enmarca en una jornada de lucha que tiene lugar en diversas ciudades europeas: A Corunha, Barcelona, Bilbo, Bruselas, Donosti, Gasteiz, Lisboa, Madrid, Paris i Zaragoza.

        Para controlar las identidades de género no‐normativas y normalizar estos cuerpos y comportamientos, las instituciones gubernamentales disponen de mecanismos como por ejemplo la institución médico‐psiquiátrica. Motivada por intereses estatales, religiosos, económicos y políticos, esta trabaja sobre los cuerpos de las personas amparando y reproduciendo el binomio que presupone un cuerpo y un comportamiento específico según se nos catalogue como hombres o mujeres. Para legitimar el binomio hace falta invisibilizar y patologizar todas las otras opciones que existen. Si invisibilizar supone intervenir a recién‐nacidos intersex (nacidos con genitales ambiguos funcionales) con violentos tratamientos normalizadores así se hará, con tal de borrar la posibilidad de estos cuerpos y vetar la existencia de las diferencias.

        La transexualidad y la intersexualidad son definitivamente procesos médicos de normalización binaria. Y con nuestra resistencia a estos procesos resistimos también a ser transexuales o intersexuales, en el sentido en que en ningún caso responden a la definición psiquiátrica. No acatamos ningún tipo de catalogación, ni etiqueta, ni definición que se nos imponga por parte de la institución médica.

        Actualmente la transexualidad se considera un “trastorno de identidad sexual”, patología mental clasificada en el CIE‐10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y en el DSM‐IV‐R (manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales de la Asociación de Psiquiatría Norte‐americana). Estas clasificaciones son las que guían a los y las psiquiatras de todo el mundo a la hora de hacer sus diagnósticos.

        Hace dos años empezó la revisión del DSM‐IV‐R, una clasificación que determina los cambios en la lista de enfermedades de la OMS. En estos últimos meses se han hecho públicos los nombres de los psiquiatras que decidirán el futuro del trastorno de identidad sexual.

        Al frente del grupo de trabajo sobre el TIG se encuentran el Dr.Zucker (director del grupo de trabajo), el Dr. Blanchard y el Dr. Bailey, entre otros. Estos psiquiatras, que son conocidos por utilizar terapias reparativas de reconducción a homosexuales y a transexuales y que están vinculados a clínicas de niñ@s intersexuales, proponen no solo no retirar el trastorno sino ampliar su tratamiento a los niños que presenten comportamientos de género no‐normativas y aplicarles terapias reparativas de adaptación al rol de origen. En este sentido el movimiento trans norteamericano ha hecho un llamamiento para que estos psiquiatras sean expulsados de la revisión del DSM.

        La patologización de la transexualidad bajo el “trastorno de identidad sexual” es un gravísimo ejercicio de control y normalización. El tratamiento de este trastorno se lleva a cabo en el Hospital Clínico de Barcelona y en tantas otras Unidades de Identidad de Género del mundo. Esta evaluación psiquiátrica obligatoria supone un control semanal de nuestra identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran nuestros derechos. En el Estado español, cualquier persona que cambiar su nombre en su documentación o modificar su cuerpo con hormonas o operaciones debe de pasar obligatoriamente por una consulta psiquiátrica.

        Nos dirigimos directamente a la clase política catalana y del Estado español, nuestra demanda es clara:
        ‐Reivindicamos el derecho a cambiar nuestro nombre en nuestros documentos oficiales sin tener que pasar por ninguna evaluación médica ni psicológica. Y exigimos la derogación del artículo 54 de la ley de Registro Civil que dice que ningún ciudadano puede ponerse un nombre que “induzca a error sobre su sexo”. Pensamos firmemente que el Estado no debería de tener ninguna competencia sobre nuestros nombres, nuestros cuerpos y nuestras identidades.

        ‐ Hacemos nuestras las palabras del movimiento feminista en la lucha por el derecho al aborto y el derecho al propio cuerpo, reivindicamos nuestro derecho a decidir libremente si queremos o no modificar nuestros cuerpos y poder llevar a cabo nuestra elección sin impedimentos burocráticos, políticos ni económicos. Queremos que el sistema sanitario catalán se posicione frente al trastorno de identidad sexual y replantee su programa de atención sanitaria a la transexualidad haciendo de la evaluación psiquiátrica una opción voluntaria. Exigimos también el cese de las operaciones a recién‐nacidos intersex.

        ‐ Denunciamos la extrema vulnerabilidad y las dificultades en el acceso al mercado laboral del colectivo trans. Exigimos que se garantice el acceso al mundo laboral y la puesta en marcha de políticas específicas para acabar con la marginación y la discriminación de nuestro colectivo. Exigimos, además, condiciones de salud y seguridad en el desarrollo del trabajo sexual y el fin del asedio policial a estas personas y del tráfico sexual.

        ‐ Esta situación de vulnerabilidad se acentúa en el caso de las personas trans inmigradas, que llegan a nuestro país huyendo de situaciones de extrema violencia. Exigimos la concesión inmediata de asilo político en estos casos a la vez que reivindicamos la plena equiparación de derechos de las personas inmigrantes.

        ‐ A la vez que gritamos que no somos víctimas sino eres activos y decisorios de la propia identidad, queremos recordar también todas las agresiones, asesinatos y también los suicidios de las personas
        trans a causa de la transfobia. Señalamos al sistema como culpable de estas violencias. El silencio es complicidad.

        Por todo esto, los activistas de A Corunha, Bilbo, Barcelona, Bruselas, Donosti, Gasteiz, Lisboa, Madrid, Paris y Zaragoza exigimos:

        ‐ La retirada del TIG de los manuales internacionales de diagnóstico.
        ‐ La retirada de la mención de sexo de los documentos oficiales
        ‐ La abolición de los tratamientos de normalización binaria a personas intersex
        ‐ El libre acceso a los tratamientos hormonales y a las cirugías (sin la tutela psiquiátrica)
        ‐ La prevención de la transfobia: el trabajo para la formación educativa y la inserción laboral de las persones trans

        Diciendo que no somos ni hombres ni mujeres queremos demostrar que el binomio hombre‐mujer y todas las diferencias que se atribuyen a los géneros masculino y femenino son construidas y pueden ser cuestionadas. Y que cuando la medicina y el estado nos definen como trastornados ponen en evidencia que nuestras identidades, nuestras vidas trastornan su sistema. Por eso decimos que la enfermedad no está en nosotros sino en el binarismo de género.

        Ni hombres, ni mujeres, el binarismo nos enferma!


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