Empezábamos a cenar cuando mi hijo preguntó:
—¿Qué me vais a regalar por Reyes?
Me quedé sin saber qué decir mientras su padre replicaba que dependía de los Reyes Magos, no de nosotros. El niño imitaba los gestos serios de mi marido y yo intentaba no soltar la carcajada ante su cara de pícaro. No cuela, decía su sonrisa burlona.
Está claro. Mi pequeño ha crecido y ha dejado de creer en la magia de estos días. Aunque espero que nunca deje de creer en los sueños y que, al menos una vez al año, los vuelque en una carta. Porque verlos escritos los hace más cercanos, porque se pueden cumplir y porque sólo se consigue aquello que se intenta.
Perdón por estas cavilaciones. Lo que de verdad quería contar es que, obviamente, he escrito al nuevo año. La pandemia, que ha trastocado tantas cosas y se ha llevado tantas vidas, no puede hacer que olvidemos soñar y pedir.
A través de brujas y hadas, trasgos y elfos, duendes y otras disidencias, además del fin del coronavirus, al 2021 le he pedido:
?Que se reconozcan y respeten todos los modelos de familias LGTBI+ sin discriminación alguna. Que madres o padres LGTB no tengamos que adoptar a nuestras propias hijas, hijes o hijos.
? ?Que se apruebe la Ley Trans estatal con el consenso de las asociaciones, en especial asociaciones con menores trans.
? ?Que cese la persecución de menores trans por la ultraderecha y lobbys tránsfobos de izquierdas. Que acabe la transfobia institucional.
? ?Que cesen los discursos de odio hacia personas LGTBIQ+.
? ?Que cesen las agresiones a personas LGTBI+. Que se acabe con la homofobia, con sus ataques y su impunidad.
? ?Que el temor a salir del armario no nos impida hablar. Que todas las agresiones, gestuales, verbales o físicas, se denuncien. Porque sólo demostrándole a la homofobia que no le tenemos miedo podremos vencerla.
? ?Que se prohíban, a nivel nacional, las terapias de conversión y que se considere a sus defensores como agresores hacia nuestras personas.
? ?Que se reconozca como delito de odio toda violencia contra menores de familias LGTBI+. En este sentido, el Grupo de Familias de FELGTB «recuerda que nuestras hijas, hijos e hijes son especialmente vulnerables, puesto que, solo por pertenecer a una familia LGTBI sufren, o pueden sufrir, las mismas amenazas que el resto del colectivo». Que cese la estigmatización de menores por su forma de nacer o por el tipo de familia a la que pertenecen.
No es poco, ¿verdad?
Esperemos que el año nuevo escuche y, sobre todo, que escuche esa clase política que con frecuencia dice abanderar la causa LGTBI+ y de las familias LGTB, pero que tantas veces nos usa para sus intereses particulares.
Estos días no habrá grandes fiestas y el nuevo año nos pillará hogareños, mezclando sidra y cava con pijamas y camisones. O ni eso, que en muchas casas no dará más que para agua y unas tiras de espumillón brillando en los ojos de los peques.
Estas noches tendremos más o tendremos menos, pero lo tendremos todo si estamos con nuestra familia y, antes de dormir, escuchamos una voz infantil que nos dice «yo también te quiero».
Os deseo lo mejor. Os deseo vuestros sueños y os animo a que, también en tiempos de Covid, escribáis vuestras cartas con ellos. Posiblemente hace más falta que nunca.
Con toda la ilusión, ¡Feliz Año Nuevo!
Fuente: http://ovejarosa.com/emotiva-carta-d...re-gay-a-2021/