París más gay que nunca con Bertrand Delanoë



Es totalmente inusual que un político se decida a declarar públicamente su homosexualidad. Está sinceridad te puede pasar factura provocando el rechazo de tus votantes aunque vivas en uno de los países en los que la “libertad” aparece en la letra de su himno patrio. No es el caso del socialista Bertrand Delanoë, actual alcalde de París durante dos legislaturas. Bertrand hizo historia saliendo del armario antes de ser elegido primer edil de la capital francesa en una entrevista televisada emitida en el 98 en un popular talk-show, "Zone Interdite", y muy bien tuvo que hacer las cosas para que refrendara este año su cargo frente a la opción de la derecha representada por Françoise de Panafieu, al que derrotó por mayoría aplastante. Es un potencial candidato para presentarse a las presidenciales francesas por los socialistas en el 2012 y tiene opciones de convertirse en el primer presidente galo homosexual. Hasta la prestigiosa Paris-Match ha dicho de él que es el político más valorado en Francia.
Delanoë está a favor del matrimonio homosexual, aunque dice no verse como un "adalid" de la comunidad gay, pero mantiene un gran número de actividades de desarrollo de asociaciones e instituciones para la igualdad de derechos, lucha contra el SIDA, o la promoción de actividades culturales. Estamos hablando del país vecino donde, hoy por hoy, está penada la unión legal de dos personas del mismo sexo. Aceptando ser gay en el 98, Delanoe aceptó también que podía estar subestimando los efectos políticos de su declaración. Entonces tenía 48 años, y, aclaró, "debo vivir mi vida con convicciones... y mi carrera jamás ha sido lo más importante para mí". París le entregó posteriormente la alcaldía.

Bertrand demostró que en el 2001 alcanzó por méritos propios la alcaldía y no fue un caso de buena suerte propiciada por la división interna en las filas de la derecha que presentó dos candidatos antagónicos, Jean Tiberi y Philippe Séguin. Gracias a una alianza con Los Verdes y con el Partido Comunista Francés, Bertrand Delanoë fue el candidato más votado con un poco más del 48%, contra algo más del 50% de los sufragios conseguidos sumado a los dos candidatos de la derecha.

Su homosexualidad le ha pasado factura a Delanoë ya que fue apuñalado en el estómago por un informático radical llamado Azedine Berkane en octubre de 2002, cuando asistía al festival de la Nuit Blanche. Además, los servicios de seguridad de la CIA informaban al gobierno francés que el alcalde de París está en el blanco de Al-Qaeda. Y es que para el integrismo radical está muy mal visto que un gay ocupe un cargo de responsabilidad y hay que eliminarlo cueste lo que cueste.

Los parisinos se muestran satisfechos con la labor de su alcalde y entre sus logros más destacados figuran el proyecto de tramway no-contaminante para la reducción de la polución y la disminución de los problemas de circulación de la aglomerada ciudad, las fiestas y lugares de ocio que ha organizado, tales como una playa a orillas del Sena y la Nuit Blanche o el reconocimiento oficial mediante una placa conmemorativa en memoria de la masacre de París de 1961. Sus detractores lo acusan de hacer de París una villa que acoge a burgueses y bohemios pero ¡que sería de esta gran ciudad sin estos personajes!.

Delanoë no es el único caso de alcalde gay ya que el socialdemócrata Klaus Wowereit, también es homosexual y dirige con mano firme Berlín. El día que Wowereit fue nominado como primer edil, levantó su cabeza entre los papeles más bien técnicos que se apilaban en su podio, miró fijamente a los colegas de su partido y declaró, sonriente y nervioso, algo que nadie esperaba: "Yo soy homosexual y está bien que sea así". El mismo nerviosismo expectante de Wowereit se trasladó entonces a la sala de su partido por unos segundos. Luego alguien aplaudió y el aplauso se transformó en una ovación.

Casos que saltaron a los medios fue el de Harvey Milk, el primer concejal de San Francisco que se declaró abiertamente homosexual en 1977 y que fue asesinado poco después por uno de sus colegas conservadores.

Conviene recordar que hay alrededor de 350 cargos públicos que a lo largo y ancho de Estados Unidos han declarado abiertamente su homosexualidad. Por su parte, el republicano Michael Bloomberg, no es homosexual pero su carácter socialmente liberal le ha llevado a apoyor el aborto, los matrimonios gays y las investigaciones con células madre. Y estos son importantes avances para la ciudad de Nueva York.

Un alcalde gay en las capitales de Alemania y París es un emblema de la tolerancia que han querido mostrar estas grandes ciudades.