Tweet
Una monja benedictina a favor de que gays y lesbianas puedan tener hijos
Por Libertad Morán
La religiosa Teresa Forcades sostiene que el modelo patriarcal de educación es el que fomenta los roles de mujeres y hombres desde su nacimiento.
La religiosa Teresa Forcades sostiene que el modelo patriarcal de educación es el que fomenta los roles de mujeres y hombres desde su nacimiento.
Durante su conferencia “Igualdad de mujeres y hombres”, Forcades, feminista y próxima a las ideas de la Teología de la Liberación, hizo alusión a estudios de parejas de gays y lesbianas en EEUU: "La socialización en familias monoparentales y homosexuales no va en detrimento del crecimiento. Lo único que afecta a la persona es la calidad del amor que se le da. Cada persona es un ser único con un carácter individual que le ha dado Dios o la naturaleza y que es independiente del género", afirmó la religiosa. “El crecimiento de los hijos no depende del sexo de sus padres sino del amor que reciben”.
Forcades habló del patriarcado puntualizando que “no es la sociedad que construyen los varones contra las mujeres sino la sociedad que varones y mujeres construimos juntos” y que, sin embargo, en la edad adulta “mantiene los patrones identitarios infantiles, los cuales son distintos para el niño y la niña con respecto a la madre”. Según esta religiosa, "la vida empieza en un punto de partida que tiene género y un contenido masculino o femenino que no es puramente cultural". “A un bebé niña”, dijo, “se le acuna contra el cuerpo, protegiéndola, y si llora se dice que está triste y a un niño se le sostiene en el aire y su lloro es porque está enfadado".
Este modelo patriarcal, en su opinión, fomenta la continuidad de la niña con la madre —"no soy ella pero soy como ella, una madre en pequeñito"— y a esa continuidad se le llama amor, "y eso es, en realidad, miedo a la soledad". Sin embargo, para el niño, que desde pequeño piensa que no es como su madre ni lo será nunca, el patrón es de discontinuidad con ella, "y a eso se le llama libertad cuando en realidad es miedo a la dependencia y a tener de nuevo ese cordón umbilical que tanto le costó romper. Pero el amor y la libertad están unidos teológica y filosóficamente".
Por Libertad Morán
La religiosa Teresa Forcades sostiene que el modelo patriarcal de educación es el que fomenta los roles de mujeres y hombres desde su nacimiento.
La religiosa Teresa Forcades sostiene que el modelo patriarcal de educación es el que fomenta los roles de mujeres y hombres desde su nacimiento.
Durante su conferencia “Igualdad de mujeres y hombres”, Forcades, feminista y próxima a las ideas de la Teología de la Liberación, hizo alusión a estudios de parejas de gays y lesbianas en EEUU: "La socialización en familias monoparentales y homosexuales no va en detrimento del crecimiento. Lo único que afecta a la persona es la calidad del amor que se le da. Cada persona es un ser único con un carácter individual que le ha dado Dios o la naturaleza y que es independiente del género", afirmó la religiosa. “El crecimiento de los hijos no depende del sexo de sus padres sino del amor que reciben”.
Forcades habló del patriarcado puntualizando que “no es la sociedad que construyen los varones contra las mujeres sino la sociedad que varones y mujeres construimos juntos” y que, sin embargo, en la edad adulta “mantiene los patrones identitarios infantiles, los cuales son distintos para el niño y la niña con respecto a la madre”. Según esta religiosa, "la vida empieza en un punto de partida que tiene género y un contenido masculino o femenino que no es puramente cultural". “A un bebé niña”, dijo, “se le acuna contra el cuerpo, protegiéndola, y si llora se dice que está triste y a un niño se le sostiene en el aire y su lloro es porque está enfadado".
Este modelo patriarcal, en su opinión, fomenta la continuidad de la niña con la madre —"no soy ella pero soy como ella, una madre en pequeñito"— y a esa continuidad se le llama amor, "y eso es, en realidad, miedo a la soledad". Sin embargo, para el niño, que desde pequeño piensa que no es como su madre ni lo será nunca, el patrón es de discontinuidad con ella, "y a eso se le llama libertad cuando en realidad es miedo a la dependencia y a tener de nuevo ese cordón umbilical que tanto le costó romper. Pero el amor y la libertad están unidos teológica y filosóficamente".
