- Es uno de los tipos más brutos de la NHL y ese ímpetu a la lucha por el derecho de los homosexuales al matrimonio
- Participan en esta campaña el alcalde de New York, Michael Blomberg, la ex primera dama Barbara Bush y actores como Sam Waterston y Julianne Moore
- Los opositores argumentan que las bodas homosexuales no están de acuerdo a la Constitución, y los legisladores votaron en 2009 en contra de los matrimonios.
Sean Avery, jugador del equipo de hockey hielo de los New York Rangers, es uno de los tipos más brutos de la NHL. Golpear y provocar a los rivales son sus señas de identidad. El banco de castigo es su segunda casa. Ahora ha sorprendido por trasladar ese ímpetu a la lucha por el derecho de los homosexuales al matrimonio.
Avery ocupa el octavo puesto en el ranking de minutos de castigo, con 174. El jugador de 31 años es un tipo comprometido en el hielo y fuera, como ha demostrado en la campaña "Neoyorquinos por la igualdad de derechos en el matrimonio".
"Trato a todos como me gustaría que me trataran a mí. Y eso también sirve para el matrimonio", dice.
Más de 30 personalidades de la ciudad se han sumado a la iniciativa desde septiembre. En un vídeo de medio minuto, políticos como el alcalde, Michael Blomberg, la ex primera dama Barbara Bush y actores como Sam Waterston y Julianne Moore llaman a apoyar a los homosexuales en su lucha por el derecho al casarse. Hasta ahora faltaban estrellas del deporte.
Y eso que Nueva York tiene ases que ofrecer a la causa, como el jugador de béisbol Alex Rodríguez, el quarterback Eli Manning o el jugador de baloncesto Carmelo Anthony.
Pero la homosexualidad sigue siendo un tema tabú en Estados Unidos. El Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California Los Angeles (UCLA) estima que cerca de nueve millones de estadounidenses (un 3,8 por ciento de la población) se identifica como gay, lesbiana o transexual. Sólo en cinco de los 50 Estados (Massachusetts, Connecticut, Vermont, New Hampshire, Iowa), así como en la capital, Washington, son legales los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Los opositores argumentan que las bodas homosexuales no están de acuerdo con la Constitución. En febrero, el presidente del país, Barack Obama, encargó al Departamento de Justicia derogar la ley federal que defendía que el matrimonio únicamente unía a un hombre y a una mujer.
En Nueva York, los legisladores votaron en diciembre de 2009 en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Las últimas encuestas, sin embargo, arrojan datos de que la mayoría de la población piensa de manera diferente.
Sean Avery ha pasado la mayor parte de su carrera en la NHL en Los Angeles Kings y los New York Rangers. Cuando llegó a la Gran Manzana, en 2006, vivió casi cuatro años en Chelsea, el barrio donde habitan más gays y lesbianas. "Cuando vives en Nueva York o Los Angeles, es fácil que en tu grupo de amigos haya homosexuales", señala.
Algunos de esos amigos, según Avery, han querido casarse "y no hay razón para que no lo puedan hacer". "Lo veo de manera muy abierta y quizás yo pueda ayudarles, por eso me he sumado a la campaña".
Brian Ellner, uno de los impulsores, definió como un "paso importante" la contribución de Avery. Hasta ahora, ningún deportista profesional en activo ha declarado su homosexualidad en Estados Unidos. Los insultos contra ellos son habituales. A principios de abril, la superestrella del equipo de baloncesto de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, insultó a un árbitro diciéndole "maldito maricón", por lo que fue sancionado por la NBA con 100.000 dólares.
En sus 593 partidos en la NHL, Avery también ha sido insultado muchas veces. No le importa que ahora lo sea por su compromiso con la campaña. "Es difícil sacarme de quicio", desalienta a quienes traten de ofenderlo.