Tras años de tentativas, aprueba la "tolerancia cero" a la discriminación
Tras años de tentativas, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU dio ayer el primer paso de calado para que se protejan los derechos de los homosexuales. Proclamó la "tolerancia cero" contra cualquier tipo de discriminación o violencia por motivos de orientación sexual y pidió a los países miembros que actúen para poner fin a estos abusos. Siete países castigan a gais y lesbianas con pena la muerte -Mauritania, Sudán, Arabia Saudí,Irán, Yemen, 12 estados del norte de Nigeria y partes meridionales de Somalia- y en 76 existe algún tipo de persecución.
La resolución contó con el apoyo de 23 países que integran este órgano de la ONU, incluidos EE UU, los miembros de la UE, los estados Latinoamericanos y Brasil. Los 19 votos en contra llegaron de países africanos y árabes, que consideran que antes debía haberse acordado una definición sobre lo que se entiende por "orientación sexual".
En el texto, redactado por Sudáfrica, se afirma que "todos los seres humanos han nacido libres e iguales en dignidad y derechos". Por este motivo, continúa, "todo el mundo tiene derecho a todos los derechos y libertades, sin distinción de ningún tipo".
Naciones Unidas ha decidido crear un grupo de trabajo intergubernamental que permita "una discusión transparente" sobre orientación sexual e identidad de género. Se estudiará cómo la legislación internacional puede aplicarse para que no queden impunes los casos de violencia basados en la identidad de género. El problema es que no existe una fotografía nítida de la cuestión, por lo que se ha encargado a la alta comisionada, Navanethem Pillay, un estudio sobre las prácticas que se siguen en los países. El informe se entregará al panel de trabajo en primavera.
La lucha contra esta discriminación es "una prioridad", dice la resolución. El panel debería reunirse anualmente para hacer seguimiento.
Al grupo de países islámicos le puso voz el paquistaní Shafqat Alikhan. El Consejo de Derechos Humanos, dijo, no es el foro para lanzar un debate que ven como una maniobra para imponer una "noción" que no está pactada. El diplomático sudafricano Erry Matjila dejó claro que "no se busca imponer valores" a ningún país, sino reafirmar los derechos existen para todos.
Eileen Chamberlain, representante de EE UU, defendió "que cualquier ser humano se merece ser protegido de la violencia". Para añadir que "el derecho a elegir a quién amamos es sacro". La resolución no necesita ser refrendada por la Asamblea General. A partir de ahora, los países tendrán la responsabilidad de seguir el camino que le marca el organismo.