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Tal y como temían activistas LGTB y defensores de los derechos humanos, la ley recientemente aprobada por la Asamblea Legislativa de San Petersburgo contra la llamada “propaganda homosexual a menores” supone en la práctica la prohibición de casi cualquier evento público de defensa de los derechos LGTB. Así ha sucedido con la marcha que este sábado pretendían celebrar activistas LGTB de la ciudad rusa, finalmente prohibida tras un amago de autorización.
Ocho activistas, de hecho, han sido detenidos en dos puntos distintos de la ciudad después de que intentaran congregarse para celebrar una marcha una vez que se conoció que las autoridades locales prohibían definitivamente su celebración. De nada valió que los organizadores propusieran diferentes alternativas, incluyendo un parque a las afueras de la ciudad. Pese a que hace pocos días todo parecían indicar que las autoridades estaban dispuestas a permitir el evento con determinadas condiciones, en el último momento la autorización fue retirada, pese al llamamiento que organizaciones como Amnistía Internacional habían hecho.
Los detenidos ahora serán previsiblemente multados, tal y como lo fue en su momento el conocido activista ruso Nikolai Alekseev, primer infractor oficial de la ley homófoba de San Petersburgo. Una ley que en la práctica supone la prohibición de informar públicamente de una manera positiva acerca de la realidad LGTB, haciendo imposible la lucha contra el acoso homofóbico y los crímenes de odio y dificultando o impidiendo la celebración de eventos LGTB.
Aunque la aprobación de la ley en San Petersburgo es la que ha despertado una mayor atención internacional, lo cierto es que otros cuatro territorios de Rusia disponen ya de leyes similares. Se trata de las regiones de Arkhangelsk, Ryazan, Kostroma y Novosibirsk. De hecho un grupo de diputados ya ha propuesto ante la Duma que una ley similar sea aprobada para todo el territorio ruso.
En Moscú, el Orgullo queda prohibido durante cien años
En la capital rusa, pese a no haber aprobado todavía una legislación similar (aunque ya ha habido propuestas en ese sentido) la situación no es mucho mejor. En mayo recogíamos como varias decenas de manifestantes eran detenidos cuando intentaban celebrar una nueva marcha del Orgullo LGTB, que por séptimo año consecutivo había sido prohibida. En esta ocasión el argumento esgrimido fue la posible “reacción negativa” de los moscovitas, que podían entender la marcha como “una provocación” perjudicial “para niños y adolescentes”.
De hecho, hace varias semanas las autoridades de Moscú emitieron una prohibición de las marchas del Orgullo LGTB válida durante un siglo. Respondían así a la iniciativa de Nikolai Alekseev, que había formalizado peticiones de autorización para cada uno de los próximos cien años. Alekseev, cuya iniciativa respondía a la existencia de un vacío legal, ha admitido que no esperaba lo contrario, y ha anunciado que su objetivo es agotar la vía legal en su país y llevar la prohibición ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por lo pronto, la prohibición ya ha recibido el visto bueno de la justicia local.
Fuente:San Petersburgo prohíbe la Marcha del Orgullo en aplicación de su nueva ley contra la “propaganda homosexual”
Ocho activistas, de hecho, han sido detenidos en dos puntos distintos de la ciudad después de que intentaran congregarse para celebrar una marcha una vez que se conoció que las autoridades locales prohibían definitivamente su celebración. De nada valió que los organizadores propusieran diferentes alternativas, incluyendo un parque a las afueras de la ciudad. Pese a que hace pocos días todo parecían indicar que las autoridades estaban dispuestas a permitir el evento con determinadas condiciones, en el último momento la autorización fue retirada, pese al llamamiento que organizaciones como Amnistía Internacional habían hecho.
Los detenidos ahora serán previsiblemente multados, tal y como lo fue en su momento el conocido activista ruso Nikolai Alekseev, primer infractor oficial de la ley homófoba de San Petersburgo. Una ley que en la práctica supone la prohibición de informar públicamente de una manera positiva acerca de la realidad LGTB, haciendo imposible la lucha contra el acoso homofóbico y los crímenes de odio y dificultando o impidiendo la celebración de eventos LGTB.
Aunque la aprobación de la ley en San Petersburgo es la que ha despertado una mayor atención internacional, lo cierto es que otros cuatro territorios de Rusia disponen ya de leyes similares. Se trata de las regiones de Arkhangelsk, Ryazan, Kostroma y Novosibirsk. De hecho un grupo de diputados ya ha propuesto ante la Duma que una ley similar sea aprobada para todo el territorio ruso.
En Moscú, el Orgullo queda prohibido durante cien años
En la capital rusa, pese a no haber aprobado todavía una legislación similar (aunque ya ha habido propuestas en ese sentido) la situación no es mucho mejor. En mayo recogíamos como varias decenas de manifestantes eran detenidos cuando intentaban celebrar una nueva marcha del Orgullo LGTB, que por séptimo año consecutivo había sido prohibida. En esta ocasión el argumento esgrimido fue la posible “reacción negativa” de los moscovitas, que podían entender la marcha como “una provocación” perjudicial “para niños y adolescentes”.
De hecho, hace varias semanas las autoridades de Moscú emitieron una prohibición de las marchas del Orgullo LGTB válida durante un siglo. Respondían así a la iniciativa de Nikolai Alekseev, que había formalizado peticiones de autorización para cada uno de los próximos cien años. Alekseev, cuya iniciativa respondía a la existencia de un vacío legal, ha admitido que no esperaba lo contrario, y ha anunciado que su objetivo es agotar la vía legal en su país y llevar la prohibición ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por lo pronto, la prohibición ya ha recibido el visto bueno de la justicia local.
Fuente:San Petersburgo prohíbe la Marcha del Orgullo en aplicación de su nueva ley contra la “propaganda homosexual”
