Uno de los establecimientos de la zona conocida como Gayxample, en la Antiga Esquerra del Eixample. / ÁLVARO MONGE
Ayuntamiento, consorcio turístico y algunas entidades del colectivo irán de la mano para captar eventos como el Europride 2022
El objetivo es posicionarse como ciudad tolerante y en favor de la diversidad, para captar viajeros y talento LGTBI
Si a miles de homosexuales de todo el mundo les preguntan por Barcelona, muchos de ellos sin duda citarán el Circuit, el festival lúdico que finaliza mañana domingo, como reclamo para visitar la ciudad, con unos 70.000 asistentes, sobre todo foráneos. Pero la capital catalana ha estado unos cuantos años sin mover ficha en cuanto al turismo LGTBI (lesbianas, gay, transgénero, bisexual e intersexual) y no puede permitirse que ese sea ahora su único escaparate promocional, coinciden desde la Administración y el sector privado. De la mano de ambos, se abre una etapa en la que se quiere reposicionar a la capital catalana como referente en derechos del colectivo y los valores de la diversidad y la tolerancia: como ciudad acogedora. Ya hay movimientos tanto para intentar ser sede del Europride 2022, la gran cita que da visibilidad a sus reivindicaciones, como para reconectar con los países emisores de viajeros o incluso relanzar el llamdo el Gayxample, con más miras.
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Ambiente en la fiesta Water Park Day, en el festival Circuit, el pasado 13 de agosto. / tarek del moreno
Hace más de una década Barcelona despuntaba tanto como destino 'gayfriendly' que incluso se abrió el primer hotel enfocado a estos viajeros, el Axel, que ahora tiene sedes en diversos países. Pero en los últimos años han prevalecido ciertos prejuicios del gobierno municipal, como si las reivindicaciones y necesidades del colectivo -que la ciudad siempre ha abanderado, desde la primera gran manifestación de 1977- no fueran compatibles con la promoción de los cualquier negocio o servicio desarrollado en torno a este segmento de viajeros. Se lamentan de ello los empresarios consultados, y hasta el primer teniente de alcalde y responsable de Promoción Económica, Jaume Collboni, tiene claro que las reivindicaciones y la 'economía rosa' no son «antitéticos», pese a las polémicas que han suscitado tanto el Circuit como incluso el recinte Pride de Barcelona, entre activismo y emprendedores.
El ámbito privado critica que la ciudad haya perdido comba, pese a ser un referente en cuanto a derechos y libertades
Por eso, Turismo de Barcelona enfatiza que aunque no se trabaja en atraer más visitantes como mera «oportunidad de negocio en este segmento», sí hay una línea de trabajo para posicionarla específicamente como «ciudad de diversidad y tolerancia», afín a estos colectivos, para los que quiere ser destino preferente, como explica Joan Torrella, su director.
Los ámbitos lúdicos o económicos no implican en absoluto que la ciudad pierda comba en su defensa social, insisten en la patronal ACEGAL, que aglutina a un centenar de empresarios. Ferran Poca, portavoz de estos, se queja de que el consistorio de Colau haya olvidado a este sector en sus ayudas y promoción.
Nuevos compromisos
El también director del Pride se congratula de haber arrancado compromisos en el periodo electoral para revertir esta situación. Y han encontrado en Collboni (PSC) un aliado, convencido de que el viajero LGTBI es un turista de calidad, en tanto que es respetuoso con el destino, consume cultura, viaja mucho y si le gusta el destino abre negocios como emprendedor. Ese es el reto, dice el edil socialista, ·atraer turismo y talento», por lo que se ha integrado en las misiones promocionales, como se hace en otros muchos ámbitos.
En este marco, Barcelona ha decicido presentar candidatura al Europride del 2022 (que ya han acogido Madrid, Londres, París y muchas ciudades nórdicas). Para ello, se seguirá un programa de acciones, como la presentación del proyecto Barcelona 2022 en la asamblea general de Europride el próximo mes en Bilbao, o la presentación de la ciudad y los atractivos que ofece para el colecivo (acudirán responsables de Turismo de Barcelona, la Agència Catalana de Turisme y la Diputació de Barcelona) en la conferencia internacional de la Diversidad y el Turismo LGTBI que se celebra en unos días en Sao Paulo (Brasil).
Ya en abril, una delegación del consorcio viajó a Nueva York con el objetivo de empezar a vertebrar también la candidatura de la capital catalana para acoger la convención internacional de la fundación IGLTA ((la asociación internacional de viajes de LGTBI) en el 2022. Allí se habló de los destinos emergentes y de las perspectivas culturales que ofrece este segmento.
El propietario de Axel, Juan Julià, explica que en los últimos años Tel Aviv, Estocolmo, Viena, Mykonos, Londres, Nueva York otras zonas han hecho un gran trabajo en la promoción de sus destinos entre el colectivo, mientras en Barcelona el sector era «ninguneado». Tampoco ha ayudado la "nula promoción del turismo en general, la turismofobia, el conflicto político y la inseguridad", explica, convencido de que la ciudad ha perdido muchas oportunidades tras tener "ventajas competitivas" por su posicionamiento durante años en cuanto a derechos e iniciativas empresariales.
Poca añade que otro paso propuesto por ACEGAL es «relanzar» el llamado Gayxample, tanto en nomeclatura como diversificando su público, más allá de lo "homonormativo", añadiendo también oferta cultural y más contenido. Y en Turismo de Barcelona destacan también las acciones en países emisores y en mercados asiáticos.
Esa oferta cultural y rotura de arquetipos es la que Collboni reivindica para enriquecer eventos como el Pride o el Circuit, que se despide tras 11 días de programación, donde sus organizadores destacan no solo la presencia de asistentes de 80 países, sino el regreso del viajero homosexual del resto de España, tras un par de años de ausencia.
Más viajes y consumo
Desde los movimientos en favor de los derechos LGTBI se suele ser muy crítico con la visión más capitalista del turismo gay, ensalzado por su impacto económico pero que al generalizar no dibuja para nada una visión realista del conjunto de la comunidad. No obstante, las cifras de la polémica las sirve la Organización Mundial del Turismo (OMT), que en un estudio del 2016 cifró en 1.200 millones los turistas internacionales, de los que 35 millones pertenecían al colectivo. Ese 3% representa en la práctica el 15% del gasto turístico. Y según la IGLTA(la asociación internacional de viajes de gays y lesbianas), este segmento viaja tres veces más que un heterosexual, con estancias más largas y un gasto tres veces superior.
España recibe seis millones de viajeros LGTBI al año, que gastan un 40% más que el resto. Sobre todo en Barcelona, Eivissa, Madrid y Sitges. Sentirse seguro y acogido es clave en los destinos que eligen, especialmente si proceden de los 75 países donde aún están estigmatizados y no pueden expresar libremente su sexualidad.
Fuente: https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20190818/barcelona-quiere-recuperar-posiciones-destino-turistico-lgtbi-gay-lesbiana-7595986?fbclid=IwAR3Z5z7gnXDOJqnCOg0_JpVJwNLe9F4o-NX6GLPPh0W4gIszKCPNxNl_OGo