El Arzobispado de Madrid confirma que su rechazo al matrimonio homosexual está tras el 30-D

Escrito el 23-12-2007 por Diego


El Arzobispado de Madrid, convocante principal de la concentración del 30-D en la plaza de Colón, no ha escondido este fin de semana que el rechazo al matrimonio homosexual y a las familias homoparentales es la principal causa de la convocatoria, que está recibiendo importantes apoyos desde grupos cívicos y mediáticos de la derecha.
En una entrevista en el programa de la COPE ‘La tarde con Cristina’, Antonio María Rouco-Varela (en la foto, durante su participación en la anterior marcha del Foro de la Familia), arzobispo de Madrid, no ocultó su rechazo a la ley aprobada en 2005 en España y aseguró que se espera a más de un millón de personas.
Cuando el modelo, el ideal de familia, se cree que puede ser intercambiado con otros que no lo son, que no son familia, en el sentido pleno y propio de la expresión, entonces la sociedad se queda sin familia“, aseguró Rouco-Varela, en alusión a las familias homoparentales.
Uno de los puntos más polémicos de la charla fue cuando el arzobispo puso en duda la fuerza del amor en estas familias, al asegurar que la verdad de la “naturaleza del amor” se da en parejas heterosexuales donde es posible engendrar vida. La locutora Cristina López Schlichting apoyó en todo momento al religioso, apoyando sus tesis sobre los ‘ataques’ a la familia, y pidió la asistencia a la concentración.
Por su parte, el obispo auxiliar de Madrid, César Franco, que es además uno de los coordinador del acto del 30-D, apuntó en una entrevista en LA RAZÓN que la primera de las amenazas que sufre la familia en nuestra sociedad es su “desnaturalización” al salirse del modelo compuesto por un hombre y una mujer, abiertos a tener hijos.
En otra entrevista en ese mismo periódico, el embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, reconoció que la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo había supuesto el punto más difícil de las relaciones con la Santa Sede en los últimos años.