Enviado Flick el 27 enero
Hay momentos en que resulta difícil escribir una entrada en dosmanzanas sin dejarse llevar por la indignación, y este es uno de ellos. El activista gay ugandés David Kato, de 41 años, ha sido asesinado en Kampala. Aunque todavía no están del todo claras las circunstancias de su muerte, todo apunta a que se ha tratado de un crimen homófobo. David Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local ugandesa que nada tiene que ver con la conocida revista musical), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Posteriormente la misma publicación volvió a hacer pública una segunda lista de nombres.
La revista fue denunciada por la organización Sexual Minorities Uganda, a la que precisamente pertenecía Kato, y tras un proceso del que hemos informado en dosmanzanas el juez Vincent Musoke-Kibuuka dictó hace pocas semanas sentencia, prohibiendo de forma definitiva a Rolling Stone que revele la identidad de personas LGTB. El juez amplió además la prohibición a todos los medios de comunicación en Uganda. Una medida importante, dado que otros tabloides ugandeses también han publicado artículos homófobos, pero que ha llegado tarde para David Kato.
Por lo que se refiere a las circunstancias de la muerte de Kato, Monica Mbaru, responsable en África de International Gay and Lesbian Human Rights Commission (IGLHRC), dos atacantes habrían irrumpido en su casa y tras una fuerte discusión lo habrían herido de muerte. No está claro si fue disparado o golpeado en la cabeza repetidas veces. Los vecinos lo encontraron todavía con vida, pero falleció en la ambulancia que lo trasladaba al hospital. Mbaru ha añadido que Kato y otros dos activistas habían denunciado en las últimas semanas sentirse vigilados.
Uganda ha estado en los últimos meses en el ojo del huracán homófobo que asola África, debido al proyecto de ley que se tramita en su Parlamento y que, en caso de ser aprobado, endurecería todavía más la legislación contra la homosexualidad en ese país africano. La ley introduciría la cadena perpetua y en algunos casos la pena de muerte para las personas que mantengan relaciones homosexuales.
Pese a que el proyecto de ley, promovido por David Bahati (parlamentario homófobo ugandés vinculado a la derecha religiosa estadounidense)permanece desde hace meses en dique seco -entre otras razones gracias a la presión internacional en ese sentido- su tramitación no ha sido suspendida, y de hecho Bahati anunció hace pocas semanas su intención de reactivarlo. La última de las iniciativas internacionales de denuncia se producía hace poco más de un mes, cuando el Parlamento Europeo pidió de nuevo la retirada definitiva del proyecto.