El joven de 22 años Aaron Pace acudió a la clínica Bio-Blood Components Inc., en Gary, Indiana (Estados Unidos), para donar sangre, cosa que le impidieron por su “apariencia homosexual”. Pace niega ser homosexual, pero es perfectamente consciente de su aspecto y comportamiento afeminado. “Fue humillante y vergonzoso,” ha declarado. “No está bien que las personas sin techo pueda donar sangre pero no los homosexuales. Y yo ni siquiera soy gay”.

Homosexual o no, Pace ha sufrido la homofobia que mantiene en vigor una medida adoptada hace casi 30 años en los Estados Unidos, y que prohibe a los hombres que hayan tenido sexo con otro hombre donar sangre de por vida. Tan draconiana política fue introducida para evitar riesgos de transmisión de VIH, pero sigue en pie hoy día, pese a que toda la sangre donada es sometida a pruebas de VIH (entre otras infecciones de transmisión sexual). Por ello activistas LGTB, centros de donaciones y algunos legisladores reclaman una modificación de la prohibición de por vida, que “no es ni médica ni científicamente sólida”.

No obstante, el Departamento de Salud de los Estados Unidos volvió a votar el año pasado por mantener la prohibición total, pese al criterio de instituciones como la Cruz Roja Americana, que provee un 40% de la reserva de sangre del país. Según Karen Kelley, portavoz de la organización, “recomendamos en su momento que los criterios de rechazo fuesen modificados y puestos en consonancia con los de otros grupos con un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual o a través de transfusiones”. Y añade que, aunque estén “decepcionados con la decisión [del Departamento de Salud], nuestra organización se ve obligada a seguir la normativa legal”.
Estados Unidos no es el único país que mantiene en vigor la prohibición total de donar sangre a hombres gays (por ejemplo Canadá también lo hace), mientras que otros, como Alemania y el Reino Unido, han introducido tímidos cambios.
Fuente: Le impiden donar sangre por “parecer homosexual”