La votación del Senado colombiano, lejos de poner fin al debate, sólo lo ha trasladado a otro escenario: el de los juzgados y notarías.

Tras haberse aplazado esta nueva votación en dos ocasiones (una por una trifulca en plena sede del Senado, y otra por no haber señal de televisión disponible), y en medio de fuertes debates políticos y, sobre todo, sociales, con argumentos que iban desde lo religioso, hasta lo jurídico, pasando por lo ético y lo discriminatorio, el proyecto de ley sobre el matrimonio igualitario se vino abajo. Y lo hizo a mitad del camino, en la segunda de las cuatro votaciones en el Senado que necesitaba para llegar a ver la luz.

La decisión de echar abajo la iniciativa legal se ha impuesto por un margen mucho mayor del esperado, 51 votos en contra por tan solo 17 votos a favor. Lógicamente, estos datos están muy lejos de la previsión realizada por el impulsor del proyecto, el progresista Benedetti, quien aseguró contar, ya por entonces, con el compromiso de más de 30 senadores.

Lo más dantesco de esta situación, es que la votación, por muy clara que fuese, no logrará acabar con la posibilidad del matrimonio igualitario, sino que simplemente provocará un cambio en el escenario de los hechos. Ahora, serán los tribunales y las notarías los que decidan, ya que existe el mandato imperativo de la Corte Constitucional de que a partir del próximo 21 de junio deberán ofrecerle a las parejas del mismo sexo la posibilidad de "formalizar y solemnizar su unión mediante vínculo contractual".

Y es aquí donde se vuelve a abrir un encarnizado debate. De un lado, los activistas de la comunidad LGBT colombiana y los grupos afines aseguran que ese "vínculo contractual" no puede ser otra cosa que un matrimonio. Del otro, el propio Ministerio de Justicia y las asociaciones de notarios, parecen apostar por el uso de otra figura legal, lo que mantendría al matrimonio como una prerrogativa de las parejas conformadas por un hombre y una mujer.

Las alternativas ofrecidas no acaban de convencer a todos. La Unión Colegiada de Notariados Colombianos, por ejemplo, ha estado trabajando en un instructivo para que sus miembros hagan frente al impasse, ofreciéndole a las parejas homosexuales un "contrato de solemnización de vínculo marital entre personas del mismo sexo". Por su parte, la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, anunció la creación de una comisión que tendrá como objetivo establecer líneas para la atención de parejas del mismo sexo.

Fuente: No al matrimonio igualitario en Colombia