Algunos inmigrantes no solo abandonan su país por causa de la guerra civil, sino que también escapan de la persecución por su homosexualidad. Gays, lesbianas y transexuales denuncian que han sufrido abusos verbales, físicos y hasta sexuales en los albergues de refugiados a lo largo de toda Europa, llegando a tener que abandonarlos muchos casos. Los abusos proceden en su mayoría de otros refugiados, aunque en alguna ocasión también de traductores y personal de seguridad. Estas situaciones podría deberse a un choque cultural, dado que muchos refugiados proceden de países de tradición musulmana conservadora, donde la homosexualidad es tabú. En Siria, por ejemplo, no sólo es ilegal la homosexualidad, sino que militantes de ISIS han asesinado a más de treinta homosexuales en los últimos dos años.
El número de inmigrantes acusados de abusos a homosexuales es sólo una pequeña fracción de los cientos de miles de refugiados que se mueven a lo largo de toda Europa. Sin embargo, es probable que no se denuncien la mayoría de los abusos a causa de las leyes proteccionistas europeas y el estigma de las víctimas, por lo que no hay un recuento oficial en todo el continente de estos abusos.
El gobierno alemán no se comporta como sus ciudadanos
La Federacion de Gays y Lesbianas de Alemania reporta hasta 106 casos de violencia contra refugiados homosexuales y transexuales en la zona de Berlín, desde agosto hasta finales de enero. La mayor parte de estos casos proceden de centros de refugiados, de los que 13 incluían abusos sexuales. El director de la federación en Berlin-Brandenburg, Joerg Steinert, confirma que los refugiados han pedido ayuda a asociaciones gays en todo el país, para recibir asesoramiento por el temor de poner en peligro sus solicitudes de asilo al acudir a denunciar los asaltos a la policía.
Organizaciones benéficas y grupos privados de acogida aseguran que se han visto abrumados para atender las necesidades especiales de algunos inmigrantes, dada la gran afluencia que ha habido. Muchas personas conviven a menudo en una gran sala, sin habitaciones con cerradura o baños separados en función del género. En el antiguo aeropuerto de Tempelhorf, convertido en centro de acogida para 2100 personas, se denunciaron 4 casos de abusos a homosexuales, donde es muy difícil crear espacios seguros cuando cientos de literas están separadas por unas delgadas tablas, según declara una voluntaria, limitándose a trasladar a las personas que han sufrido algún tipo de situación de peligro a centros más pequeños, donde puedan estar más protegidos.
La Cruz Roja alemana tiene un código de conducta que prohíbe la violencia en sus centros de refugiados y otros organismos están tratando de crear espacios seguros en nuevos centros, pero no pueden aplicar todas las medidas de control que les gustaría. Voces críticas señalan que el gobierno alemán debería proteger a los refugiados, pero el mes pasado, una propuesta para incrementar la seguridad de los centros de acogida fue rechazada, a pesar de que la Comisión Europea ya ha advertido que no se están aplicando las directrices de seguridad de la Unión Europea.
Sin la protección del gobierno, los homosexuales se ven obligados a recurrir a grupos y comunidades. Un grupo de derechos de los homosexuales, Achwulenberatung, tiene previsto abrir una nueva casa de acogida con 122 camas para refugiados gays, en colaboración con la ciudad de Berlín, donde se ha nombrado un consejero que pueda proporcionar asesoramiento para registrar a personas gays y transexuales.
La situación de los refugiados homosexuales en Europa
En España, dos inmigrantes de Camerún y un tercero de Marruecos fueron agredidos físicamente por sus propios compañeros al revelar su orientación sexual, según confirma Pueblos Unidos. Pendiente de aprobar su petición de asilo al gobierno español, tienen ahora su orientación sexual como atenuante para conseguir el estado de refugiados.
En Suecia, un tribunal ha condenado a un refugiado, con su solicitud de refugiado todabía pendiente de aprobar, por amenazas de muerte a un compatriota, escupir en su cara y tratar de ahogarle en un centro de Jönköping. Una vez desplomado en el suelo, continuó dándole patadas hasta dejarlo inconsciente. Testigos y un vídeo de vigilancia respaldaron la versión de la víctima, siendo su homosexualidad el origen del ataque.
En Finlandia también se han producido casos de acoso y abuso a homosexuales, registrándose agresiones en centros de refugiados, según SETA, un grupo de alcance nacional de apoyo a gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Para evitar nuevas agresiones, en algunos centros se han realizado secciones seguras para los grupos con temor a ser agredidos. A principios de mes, la corte sentenciaba a tres años y medio de prisión a un individuo por violar a otro inmigrante en un centro de la zona meridional del país.
En Dinamarca se han registrado al menos 10 casos de acoso, según un grupo de apoyo, que hizo hincapié en que estas cifras solo representan las victimas que han entrado en contacto con ellos.
Un grupo de derechos humanos en Holanda informaba a principios de mes del abuso regular a homosexuales en un gran campo que alberga hasta 3000 refugiados pendientes de asilo, cerca de Nijmegen. Una de las víctimas afirma que se ha encontrado excrementos y comida» en su cama en varias ocasiones, junto con notas amenazantes, sintiéndose fuertemente amenazado por sus propios compañeros de albergue, dado que algunos de ellos están armados con navajas.
Fuente: http://noticias.universogay.com/refu..._23022016.html