CARTA DE YLIANA SANCHEZ A CARLA ANTONELLI

Hace aproximadamente ocho años tuvimos el privilegio de conocernos. Por aquel entonces, escasas personas transexuales se manifestaban públicamente exigiendo sus derechos. En ocasiones, incluso muchas de nosotras incidíamos de forma antagónica debatiéndonos entre las necesidades transexualizadoras y las "tendencias" políticas. Esta fusión ideológica fue el arma utilizada para el desvío de una gran realidad; "Divide y vencerás".

El alma de la lucha transexual debe ser la fuerza hacia la batalla y nunca, nunca ha de anteponerse ante ella la creencia subjetiva que en determinados momentos históricos un partido político pueda ofrecernos. Al igual, ningún partido político moverá la más mínima pieza si su acción no redunda en sus propios beneficios.

Cuando en determinadas ocasiones ambos intereses confluyen es cuando se gana, pero mientras prevalezca el interés de uno ante el otro, habrá conflicto y habrá batalla.

Hoy, por esas extrañas circunstancias de la vida que no voy a mencionar aquí, he tenido conocimiento que abandonas el partido que militabas, pero llevas contigo toda una estructura. Si otras tantas formaran una y ésta soplara con la misma idea y en la misma dirección no habría imperio en este país capaz de mantenerla esclavizada.

Así surgimos y así ha de ser. No existe otra forma.

El pasado solo ha de servirnos como experiencia y haciendo una corta evocación hacia él recuerdo mis intentos, mis vanos intentos. Pero sin esos vanos intentos jamás hubiese advertido las falsas direcciones. Allí, en ese punto propio de toda confusión y por esas extrañas asociaciones recordé esta frase: "...Si los tuyos te rechazan, sacude el polvo de tus sandalias y ve y predica a los gentiles en mi nombre."

Yliana Sánchez